El tren Chihuahua-Pacífico es el medio ideal para recorrer uno de los escenarios naturales más imponentes de México: las Barrancas del Cobre. Abórdalo y descubre la Sierra Tarahumara.
Su nombre es Chihuahua Pacífico, pero le llaman cariñosamente “Chepe”, a propósito de sus iniciales (CH-P). Tiene casi 50 años, pero este “Señor de las Barrancas” corre sin prisa la Sierra Madre Occidental o Sierra Tarahumara. En sus viajes de Los Mochis a Chihuahua, y viceversa, para en ocho estaciones turísticas: Los Mochis, El Fuerte, Bauichivo/Cerocahui, Barrancas, Divisadero, Creel, Cuauhtémoc y Chihuahua, cruzando diariamente incólume el encanto hechicero de las Barrancas del Cobre, el complejo geológico más importante de México. Al Chepe le gusta correr, como a los rarámuris (“los de pies ligeros”). Y al igual que ellos, se confunde en el paisaje, de no ser por ese detalle en color rojo que amarran a su cabeza y que los distingue del entorno. La máquina del tren es carmesí. Este tren de pasajeros de color de sierra (verde oscuro) es el más antiguo de México y el único de pasajeros en el país sin tener una finalidad turística, y honra cada día a los rarámuris acercando su cultura ancestral a quienes viven lejos.
En la Misión de San Ignacio de Arareco, donde viven dispersos en 20,000 hectáreas de bosque, se puede conocer la visión de estos indígenas de vocablos dulces y vestidos llenos de color. Los rarámuris tienen un valor excepcional por las personas, no así por las cosas. Para ellos, a los 14 años ya eres un adulto y sus hogares están dentro de las cuevas que hay en las barrancas o en chozas de madera construidas en las laderas de las montañas o a las orillas de cualquier arroyo. Y adivinar su edad es todo un reto, pues en su rostro cada línea recuerda el clima extremo de la región.
A bordo del ferrocarril se visita también a los menonitas en Ciudad Cuahtémoc, el lago de Arareco, los valles de los Hongos y de las Ranas, la cascada y el templo de Cusararé desde Creel; y la Cueva del Chino, donde viven rarámuris desde hace cuatro generaciones, y el mirador de Piedra Volada, en las barrancas de Urique y Tararecua, entre muchos otros lugares llenos de encanto milenario.
Pero como a los rarámuris, nadie le gana a correr por las barrancas.
Las Barrancas del Cobre tienen mucho que ofrecer; sin embargo, muchas veces su clima es lo que enamora a turistas y aventureros de todo el país y de todos los gustos.
Esta zona de la Sierra Madre Occidental es muy rica en flora y fauna debido a su riqueza climática. Cada lugar de interés dentro de las Barrancas del Cobre está ubicado en una región diferente y a alturas variables y extremas. Este es uno de los principales aspectos a considerar cuando se visita esta bella área del país.
Si lo tuyo es el calor y amas viajar en verano, las Barrancas del Cobre tienen un lugar especial reservado para ti. La Sierra Tarahumara se viste de gala y adopta el verde como su color predilecto. Hay flores, caminos adornados con exuberante vegetación acompañados de una temperatura promedio de 20° C.
.
En cambio, en la cima de las Barrancas del Cobre, la temperatura tiende a ser más fría, llegando en invierno a temperaturas por debajo de los 0°C. Así que para los amantes de la nieve, la mejor época para viajar será el invierno y las actividades que más disfrutarán serán aquellas realizadas a cientos de metros sobre el nivel del mar.
Dentro del tour por Barrancas del Cobre, también será inevitable conocer la parte baja de estas hermosas cadenas montañosas. Aquí el clima es principalmente tropical y las temperaturas pueden alcanzar los 40°C, semejante clima propicia una de las vistas más hermosas y coloridas del país. Por supuesto que no debes olvidar unos buenos tenis y la ropa más fresca de tu guardarropas.
Una empresa de Los Mochis (Sinaloa) que desde 1985 presta servicios en el sector turístico.
2024 Viajes Conelva, All Right Reserved